Traducciones Juradas
Hoy en día es cada vez más común tener que viajar al extranjero por motivos laborales o de estudios, lo que genera una creciente necesidad de hacer trámites burocráticos en el país de origen y de destino. Lo mismo ocurre en el ámbito de las adopciones internacionales o los matrimonios mixtos. Tanto si precisamos presentar un documento oficial fuera de España como si tenemos que formalizar aquí algún escrito procedente de organismos foráneos vamos a necesitar traducir estos textos.
Pero esa traducción también debe ser oficial, exacta y fiel al documento original y para ello es imprescindible que la realice un profesional autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España. Esto significa que las traducciones que lleven su firma adquieren estatus oficial bajo su responsabilidad. Son lo que se denominan traducciones juradas.
Hay múltiples opciones: contratos (de trabajo, compraventa, prematrimoniales), expedientes académicos (historial, notas), documentación de empresa (balances, escrituras), certificados (penales, nacimiento, defunción), documentos médicos (informes médicos), textos jurídicos (requerimientos, demandas, sentencias) y cualquier tipo de documento oficial (libros de familia, cartillas de vacunación).
En España los idiomas más demandados son: inglés, francés, rumano, ruso, chino y árabe. Respecto a los precios de las traducciones, suelen variar en función del idioma requerido y el traductor tiene plena libertad para fijar sus tarifas, en base al artículo 12 del Reglamento de la Oficina de Interpretación de Lenguas.
En cualquier caso, el precio final de una traducción jurada suele establecerse en base al número de documentos a trabajar o al número de palabras de cada texto. La dificultad del idioma y la demanda y oferta de traductores jurados disponibles también influyen en las tarifas aplicables. No es lo mismo solicitar una traducción al o del idioma inglés que una al o del idioma islandés.
Traducciones ‘puente’
En ocasiones, puede ser necesario traducir oficialmente un texto de un idioma extranjero a otro idioma extranjero. Para esos casos puede emplearse la técnica de las traducciones puente, que nos permiten ahorrarnos las molestias y el coste de tener que enviar documentos oficiales al extranjero para su traducción, y tener que recibir las correspondientes traducciones también desde el extranjero.
Así, cuando un cliente solicita la traducción jurada, por ejemplo, de inglés a danés, primero se traduce el documento de inglés a español y más tarde se realiza la traducción de español a danés, por otro traductor jurado diferente, ya que en España los traductores jurados solo están autorizados a traducir desde el español a su lengua nativa. Eso es una traducción puente y, lógicamente, los honorarios son más elevados, puesto que se trata de un servicio doble, a través del cual también obtenemos una traducción oficial al español desde el documento original.
Una peculiaridad de las traducciones juradas es que, a diferencia de las no oficiales, sólo son válidas si están en formato papel y selladas y no pueden enviarse por correo electrónico.