¿Te tienta ahorrar a tu empresa unos euros en traducciones profesionales teniendo herramientas on-line gratuitas tan a mano? Cuando termines de leer estos ejemplos lo tendrás claro: Una traducción inexacta puede llevar al fracaso o incluso dejar en ridículo a la campaña publicitaria más brillante. Pero también puede dejar en evidencia los dossieres, presentaciones y memorias de tu compañía. ¿Te parece exagerado? Presta atención y verás el daño que pueden hacer unas palabras mal interpretadas.
Vuelos naturistas. American Airlines quería presumir de sus nuevos asientos de cuero y lanzó el eslogan ‘Fly in leather’, que era, a priori, ideal. Sin embargo, para adaptarlo al mercado mexicano lo tradujeron literalmente como “Vuela en cuero”, demasiado parecido a ‘Vuela en cueros’, y hubo quien empezó a pensar que la compañía se había vuelto naturista. La campaña dio la vuelta al mundo, pero no por los motivos esperados por la aerolínea.
Verbo traicionero. ‘Nothing sucks like an Elextrolux’ (‘Nada aspira como una Electrolux’), es el eslogan que la empresa escandinava eligió para vender sus potentes aspiradoras en el mercado americano. Esa era al menos la idea que querían transmitir. Pero no pudieron elegir peor el verbo. En inglés americano, esa expresión quiere decir ‘no vale nada’, ‘apesta’, por no hablar de su uso en contextos sexuales. Un error tremendo.
Una tinta que te deja embarazada. La compañía de plumas estilográficas y bolígrafos Parker ideó el eslogan ‘It won’t leak in your pocket and embarrass you’ (‘No se derramará en su bolsillo avergonzándole’), pero en México ‘embarrass’ les sonó más parecido a embarazar y…el sinsentido estaba servido.
Un coche ‘pajero’. La marca de automóviles japonesa Mitsubishi tuvo que cambiar el nombre de uno de sus modelos estrella, el Pajero, tras introducirlo en el mercado hispanohablante. Las mofas no se hicieron esperar y la empresa rebautizó a este todoterreno como ‘Mitsubishi Montero’ en España, Sudamérica y EEUU. Y hay otro caso similar de origen japonés: La compañía Honda lanzó en Suecia un nuevo coche modelo ‘Fitta’. No sonaba mal, pero en el argot sueco, noruego y danés la palabra ‘Fitta’ hace referencia a los genitales femeninos. La situación se agravó al añadir al eslogan: ‘Grande por dentro, pequeño por fuera’. Terminó llamándose Honda Jazz.
Una cerveza laxante. ¡Qué bien sienta una cerveza fresquita para relajarse después de una dura jornada de trabajo! Con esa idea en mente, los creativos de la marca Coors lo tuvieron claro: ‘Turn it loose’ (Relájese). Pero al lanzar la campaña en España la traducción transformó el evocador eslogan en una indicación que los clientes interpretaron como escatológica: ‘Suéltelo todo’, lo que provocó múltiples burlas y parodias.
Estiércol en el pelo. En 2006 la empresa Clairol presentó en Alemania su popular rizador de cabello ‘Mist Stick’. Pero ‘Mist’, en alemán, significa ‘estiércol’. Seguro que a estas alturas Clairol tiene varios traductores profesionales en nómina.
Una pasta dentífrica sexy. Colgate introdujo la pasta de dientes ‘Cue’ en Francia sin darse cuenta de que existía una popular revista pornográfica del mismo nombre. Tampoco es que la traducción al francés tuviera mucho sentido: taco. Una palabra muy poco relacionada con la higiene dental.
Fiesta erótica. El Concello de As Pontes (Galicia) quiso celebrar la Feira do Grelo (Feria del Grelo), pero alguien tiró del traductor de Google y la web municipal anunció la fiesta como Feria del Clítoris. Y es que grelo en portugués hace referencia a esa zona íntima femenina. El texto que tuvieron que leer quienes querían saber más sobre el evento decía: ‘El clítoris es uno de los productos típicos de la cocina gallega. En As Pontes se homenajea desde 1981, todos los domingos de Carnaval…’.